El baile

El baile ha sido mi manera de contar historias, de desconectarme del mundo para encontrarme conmigo misma y descubrir otras energías. El baile es algo que disfruto con el alma, y es que es mi misma alma creando un lenguaje con mi cuerpo. En el baile no hay competencia, simplemente sentimiento y una conexión única entre la música y el cuerpo. En el baile me pierdo, la noción del tiempo desaparece y la seducción entre dos almas o la propia aparecen. La música empieza, y es como si mi inyectaran un tipo de energía, y mi mente empieza a crear una historia con mi cuerpo, y mi cuerpo empieza a improvisar una historia desde el corazón. Esos son los momentos de baile solitario, cuando solo quiero sentir, y al ritmo de una canción me dejo llevar sin importarme nada, solo imaginándome, como lo hace una pequeña niña, que soy todo una bailarina. También me gusta bailar en compañía, es otra forma de comunicarnos, de compartir energías, de crear un mismo lenguaje y simplemente dejarse llevar. No hay nada más lindo que conocer a otra persona en la pista de baile, y no hablo de tener una conversación verbal, pero de la magia que puede nacer cuando dos almas gozan al ritmo de una canción, se entienden y se llegan a convertir en un solo cuerpo. Para mí, todos somos bailarines, y cada uno tiene algo hermoso que mostrar, cada uno tiene su forma de mover el cuerpo y contar una historia. El baile alborota mis latidos, y hay días que el sonar de un tambor me hace vibrar, una salsa me hace gozar o un tango me hace recordar. Con el baile le soy infiel a la realidad, y solo espero que mi alma nunca se canse de bailar.